lunes, 30 de marzo de 2009

LA NECESIDAD DE EDUCARNOS


Dr. Luis Alfredo Gómez (*)
Especial para Contraseña de Moreno

En mayo del 2008 se produjo el consenso de los 24 ministros de educación de todo el país en el Consejo Federal, donde se acordó como se iniciaría en marzo del 2009 la educación sexual en las escuelas.

Con objetivos generales y abarcativos, los contenidos curriculares del texto marcan el terreno para que a su vez cada provincia delimite sus alcances. Acá surge la primera dispersión. Porque mientras en la Ciudad de Buenos Aires ya existe una ley de educación sexual, las legislaturas de otras regiones todavía ni la discutieron.
Lo mismo ocurre con el material didáctico y los programas de capacitación docente.
Todo está en pleno proceso de ejecución. Los lineamientos deben integrarse a la currícula de cada nivel y atravesar las distintas disciplinas (Ciencias Sociales y Naturales, Lengua, Educación Física y Artística, entre otras). Los lineamientos no establecen un mínimo de horas cátedra y menos que menos contenidos particulares y puntuales. Y deja librada a que cada provincia determine si en el nivel medio fija la educación sexual como una materia específica o continúa como un eje que atraviesa a las demás.
Es un enfoque global e integral de la problemática porque existe una ley que establece que la escuela debe garantizarle a los chicos la educación sexual. Es una manera más de reforzar el vínculo entre escuela y familia, porque ella será muy importante en la transmisión de estos conocimientos.
Los lineamientos, globales y generales, establecen los contenidos a enseñar según el nivel. En el inicial, se hace hincapié en el conocimiento y cuidado del cuerpo, con especial énfasis en la autoprotección. La primaria se divide en primer ciclo (donde se analizan las diferencias de género) y segundo ciclo (imparten nociones sobre crecimiento, desarrollo y maduración). Ya en la secundaria se abordan cuestiones referidas puntualmente a métodos anticonceptivos, la fecundidad, prevención de enfermedades sexuales y el embarazo adolescente, entre otras.
107.000 son los bebés que nacieron en el país, hijos e hijas de chicas menores de 20 años, según estadísticas nacionales del Ministerio de Salud de 2005 y 16,5 es la edad promedio del primer embarazo de las adolescentes madres, según un trabajo del Centro de Estudios de Estado y Sociedad

(*) Médico infectólogo

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