viernes, 17 de abril de 2009

EN LAS SALAS DE JUEGO DEBERÍA FUNCIONAR LA PREVENCIÓN

Jugadores compulsivos

Según el Coordinador del Centro de Prevención y Asistencia al Jugador, “sería muy conveniente que el personal de las salas de juego recibiera capacitación adecuada para actuar como agentes de prevención primaria” ya que los equipos de profesionales no tienen relación con estos lugares.


Ingresar al Bingo es como sentirse invitado a una gran fiesta de lujo. Varios agentes de seguridad privada están apostados en sus lugares, siempre atentos, comunicados entre sí, como si en cualquier momento alguien importante debería arribar al lugar. Muchas luces y palmeras completan la escenografía majestuosa que gracias a la globalización de las imágenes podemos relacionarlas con Miami o Las Vegas, verdaderas mecas del juego, el lujo y la superficialidad.
Asociado a la historia de la humanidad y a una de las formas de aprendizaje del sujeto, el juego puede lograr alterar la realidad familiar, laboral, económica y social de la persona que lo sufre como una adicción. Así es como las casas de juegos se convierten muchas veces en una “trampa sin salida” para quienes las recorren diariamente con la ilusión de volverse millonarios.
Jorge Luís Schiavon -Coordinador del Centro de Prevención y Asistencia al Jugador, dependiente del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires- aclara que aunque en la Argentina no existan estadísticas oficiales, según el trabajo de prevención que realizan, el perfil de adicto más frecuentemente hallado se identifica con un hombre casado, de entre los 30 y 50 años, que vive con su familia y pertenece a un nivel socioeconómico medio o medio-bajo. No obstante el porcentaje de pacientes que se atienden en el Centro ubicado en el partido de Morón, oscilan en edades que van desde los 19 hasta los 75 años.
Actualmente, el partido de Moreno posee un sólo Bingo al cual acuden miles de personas mensualmente, que cuentan con servicios que van desde un restaurante, una barra donde se pueden adquirir bebidas alcohólicas, hasta una maquina expendedora de cigarrillos; no obstante posee un cartel de ayuda para aquellos que crean tener esta enfermedad.
Como explicó Schiavon a Contraseña de Moreno, existe un tratamiento llevado adelante por profesionales que no varía por la modalidad de juego del paciente. “Consiste en un proceso de entrevistas para conocer las características de cada paciente. Una vez evaluado y compensado el paciente es derivado a psicoterapia grupal. Las entrevistas son confidenciales y se requiere que también participen los familiares y/o allegados, donde se trabaja la problemática vincular y el acompañamiento del tratamiento dado que el problema del juego compulsivo afecta a todo el entorno del jugador”.
Para Schiavon, también especialista en Desarrollo Personal y Familiar, evaluar el estado del paciente a través de entrevistas deja ver si es necesario derivarlo a alguna consulta psiquiátrica, tal vez por su alto monto de ansiedad, estado depresivo, o ideación suicida. Ya que el 25% de estos casos se transforman en intentos de suicidio.

Consejos para tratar a un jugador compulsivo
- Acercarse al sujeto para que el o ella pueda hablar sin sentirse juzgado.
- Tener en cuenta que no necesariamente hay que blanquear las deudas o la situación del juego mismo para dar un primer paso a una consulta.
- No reprocharle las faltas cometidas, ya que, si bien es lo primero que sobreviene, espere, no lo acuse cruelmente sino que mejor consulte.
- Las mentiras y el ocultamiento son parte del mismo problema, por ende, trate de no mirar hacia el costado, pero tampoco se transforme en un perseguidor.
Acérquese a pedir ayuda. No es un problema solo del jugador, él es un enfermo, es un inconveniente de todos los que lo rodean, y de la sociedad.

Centros de Prevención y Atención al Juego Compulsivo
Morón: Dirección: Mendoza 372 - Teléfono (011) 4483-6173
Línea de Atención Gratuita 0-800-444-4000

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